Trapero en su asiento y el resto en pie. Durante más de un minuto le han aclamado hasta que ha aceptado el reconocimiento.
Era la inauguración del curso académico de los Mossos y Bomberos de la Generalitat, y por primera vez ni guardia civil, ni policía nacional,ni fiscalía, ni justicia o delegación del gobierno, estaban entre los asistentes. Algunos declinaron la invitación sin dar explicaciones, y el resto sencillamente no ha aparecido.
Y el plantón va más allá, porque fiscalía ha anunciado que no volverá a dar clases en esta escuela.
Con todo, este año el acto era diferente. Además de las butacas vacías, el guión ha cambiado cuando la exdirectora de la escuela, una de las condecoradas, le ha ofrecido su distinción al mayor de los Mossos, que hoy se ha puesto el uniforme sin medallas.
El martes le pasó lo mismo en la central de la autónoma, justo el día después de declarar en la audiencia nacional por un posible delito de sedición.