Durante seis años, Imanol y Jessica fueron pareja y tuvieron a su hijo. Una relación con malos tratos que Jessica denunció y cortó antes del verano. Volvió a su pueblo Monforte del Cid, aunque el niño siguió en el colegio de Elda. Trataba de rehacer su vida trabajando en el negocio familiar. Imanol, obsesionado por el gimnasio y por su expareja, ignoró la prohibición de acercarse o comunicar con ella. Usaba el móvil para amenazarla. Horas antes de ser juzgado, Imanol buscó a Jessica que acababa de recoger al niño en el colegio. Le disparó a bocajarro antes de suicidarse. Muchos escolares, padres y profesores fueron testigos del crimen. También quienes ocupaban el instituto de enfrente han necesitado apoyo psicológico. La muerte de Jessica eleva a 44 los asesinatos de la violencia machista este año.
-Redacción-