En el Congreso, después de la bronca llega la calma, aunque sus señorías hoy siguen indignados. Unos por los insultos, otros por el supuesto escupitajo y los demás por el espectáculo que entre todos ofrecen. El presidente, Pedro Sánchez, señala a dos culpables: Gabriel Rufián y Pablo Casado, y les dice que pidan disculpas. Rufián dice que no se disculpa y el PP y Ciudadanos se sorprenden de que Sánchez no saliera en defensa de su ministro. Hoy el Pleno, casi vacío, ha transcurrido sin sobresaltos.
-Redacción-