Cientos de jóvenes ultraortodoxos salieron a la calle en Jerusalén para protestar contra el servicio militar obligatorio. Los manifestantes cortaron el tránsito y las vías del tren ligero provocando embotellamientos en el ingreso a Jerusalén. Las protestas fueron fuertemente reprimidas por las fuerzas policiales y acabaron con la detención de 30 personas.