La Agencia Tributaria reclama las donaciones a fundaciones a través de las que se financian los colegios si estas aportaciones sirven para ofrecer prestaciones educativas. Los colegios, además, tendrán que tributarlas al pagar el impuesto de sociedades. Los colegios concertados no pueden pedir dinero por escolarizar a los niños, aunque es habitual que pidan aportaciones, normalmente calificándolas de voluntarias.