Acompañado de Sully, su inseparable perro guía que ha estado con él sus últimos meses de vida, el féretro de George Bush padre cubierto con una bandera de Estados Unidos ha sido trasladado en el avión presidencial cedido por Donald Trump desde Texas a Washington. Aquí ha sido recibido con 21 salvas de honor y después una guardia militar ha llevado sus restos hasta la capilla ardiente, mientras su hijo George Bush en la escalinata trataba de mantener la compostura. Bajo la cúpula del capitolio se ha celebrado una solemne ceremonia con congresistas y senadores a la que también han acudido Trump y Melania. El cuerpo del que fue el presidente número 41 reposará aquí durante dos días para que los estadounidenses puedan darle el último adiós antes del funeral de Estado que tendrá lugar el miércoles, día del duelo nacional, en la Catedral de Washington. George Bush padre ocupó la Casa Blanca entre 1989 y 1993, murió el pasado viernes a los 94 años, siete meses después de su esposa Bárbara, y tras mucho tiempo padeciendo Parkinson.