Una semana después de las elecciones, Honduras es un país sumido en el caos y bajo un toque de queda impuesto para contener las violentas protestas por un supuesto pucherazo.Al menos siete personas han muerto. Una joven de tan solo 19 años, fue la primera víctima. Ahora es cuando el Tribunal Supremo Electoral ha accedidio a recontar uno a uno, los votos de la discordia.El pasado domingo, el presidente y candidato a la reelección, Juan Orlando Hernández, se autoproclamaba vencedor. También lo hace el opositor Salvador Nasralla.Él pide una segunda vuelta para aclarar quien presidirá el país los próximos cuatro años.Mientras miles de hondureños salen a las calles a manifestarse. La comunidad internacional reclama una salida rápida para la grave situación que vive la nación centroamericana.
-Redacción-