La grave sequía que está sufriendo España preocupa especialmente en Galicia, donde menos ha llovido en comparación con el agua caída el año pasado, ya que está empezando a afectar a la calidad del agua de boca. En la ciudad de Vigo queda agua sólo para un mes, si las lluvias no lo remedian, y sus habitantes aseguran que el agua sabe peor y está turbia. Desde el Ayuntamiento aseguran que el agua es totalemente potable y que no hay ningún riesgo para la salud.