Siete de la tarde. Un vecino escucha disparos en el monte y llama a la Guardia Civil. Hasta la zona, una finca en Albalate del Arzobispo, en Teruel, se acercan dos coches patrulla con cuatro agentes. En medio de la carretera encuentran una camioneta de color verde abandonada. Dos de los agentes se quedan para buscar al propietario y los otros dos se marchan para seguir investigando los tiros que escuchó el vecino. Cuando vuelven la camioneta ha desaparecido y sus compañeros no están por ninguna parte. Les encuentran a pocos metros en el interior de una vivienda. Están muertos y con ellos, también fallecido, José Luis, el dueño del vehículo. Saltan todas las alarmas. Se busca a un hombre armado muy peligroso. Y empieza a circular un retrato robot. Se recomienda a todo el mundo que permanezca en su casa. Siete horas de pánico que terminan a las 2:55 de la madrugada. El sospechoso tiene un accidente con el coche del fallecido a 100 kilómetros de Albalate y es detenido. Es Norbert Feher. En su poder tenía un arma corta y las dos pistolas reglamentarias de los guardias civiles asesinados.
-Redacción-