Muchos ancianos viven en la soledad más extrema. Afortunadamente, muchos gozan de la compañía de voluntarios que ceden un poco de su tiempo para acompañarles. Coinciden en que al final la relación es de amistad, y gratitud profuna por parte de los mayores. La Fundacion Amics de la Gent Major organiza cada año una cena navideña donde 400 de estos ancianos pueden encontrarse y olvidarse por un rato de su aislamiento. Comparten mesa y brindis con muchos que están en su misma situación y disfrutan de una noche navideña como en familia.