Barcelona se prepara para la reunión de esta tarde entre el presidente del gobierno y Quin Torra. Un encuentro con mucha incertidumbre y con temor a la presencia de los radicales independentistas. La ciudad está completamente blindada, a pesar de las protestas de los Mossos d'Esquadra de los últimos días. "La gente trabaja con normalidad y no tiene que afectar en nada", ha asegurado Toni Castejón, del sindicato FEPOL. A estos, se les unen 500 policías nacionales y 200 guardias civiles, que se desplegarán por los puntos críticos. Los hoteles situados cerca de aeropuertos y estaciones de tren ya han colgado el cartel de completo: la gente teme no poder salir de la región.