A unas horas de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trmup, presente la nueva ley de gasto, en sus redes sociales anunciaba que más de 750 millones de los fondos federales irán directos a la agricultura. Minutos después en una rueda prensa comunicava que va dedicar una partida de casi 4500 millones de eurosb a su construcción. Una decisión que todo apunta va a ser rechazada en el Senado porque la oposición ya le advirtió que no quería nada invertido en él. Y mientras, se enfrenta a una nueva crisis de Gobierno, la dimisión de James Mattis, su secretario de defensa, supone un nuevo golpe a la administración Trump. Mattis anunciaba hace unas horas que abandonaba su cargo por diferencias irreconciliables con el presidente después de la decisión de retirar las tropas de Siria.