El Gobierno estudia cómo reforzar las medidas para vigilar a los antiguos presos peligrosos incluso después de cumplir sus condenas de cárcel. Se trata de que los mecanismos previstos en la pena de "libertad vigilada", previstos en el artículo 106 del Código Penal, sean más efectivos. Sin embargo, desde el Ejecutivo todavía no han informado cómo será esa reforma. Los fiscales aseguran que esta pena se está solicitando de forma habitual en casos de extrema gravedad, como el del asesinato de Laura Luelmo. Esta medida se aplica para asesinatos y homicidios desde 2015, por lo que no hubiera impedido la muerte de la joven profesora puesto que el detenido fue juzgado con anterioridad.
-Redacción-