En su tradicional bendición "Urbi et Orbi" (para Roma y el mundo), el papa Francisco ha querido lanzar un mensaje de paz a los lugares que se encuentran en conflicto, recordando que "Jesús conoce bien el dolor de no ser acogido y la dificultad de no tener un lugar donde reclinar la cabeza". En el mensaje del papa, pronunciado ante la multitud que inundaba la plaza de San Pedro, han tenido un importante protagonismo los niños que sufren los conflictos bélicos, especialmente los que residen en Oriente Medio. El papa ha pedido la paz en Jerusalén y la Tierra Santa, y ha recalcado la importancia de que exista diálogo entre palestinos e israelíes. Algo que también ha solicitado para la solucionar la situación de Venezuela y Corea del Norte, pidiendo a los fieles que recen para que se superen los antagonismos.