El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania, viajaron a Irak para visitar las tropas estadounidenses apostadas en el país árabe. Es su primer viaje a una zona de combate desde que llegó a la Casa Blanca hace dos años. Quiso inmortalizar el momento tomándose fotos, firmando recuerdos con miembros del ejército y dando las gracias a sus hombres por, dice Trump, la casi eliminación del Estado Islámico en Irak y Siria. Durante el encuentro, el mandatario aprovechó la ocasión para ratificar su decisión de retirar las tropas de Siria. Una decisión, la de salir de Siria, por la que aún no le han parado de llover críticas por parte de la comunidad internacional