El hospital Virgen del Rocío de Sevilla se ha convertido esta mañana en un carnaval. Al emisario de los Reyes Magos, que pasa por las consultas y las habitaciones de los niños ingresados, le reciben con mucho cariño. Los niños no pierden el tiempo y tienen sus peticiones muy claras. Por eso estos días a los emisarios reales no les falta tarea. En la distancia, Sus Majestades pendientes de cómo se portan, porque los deseos de todos ya están en camino.
-Redacción-