Los casi 6.000 efectivos de Policía y Guardia Civil desplegados en Cataluña durante el procés comienzan a volver a casa. Tres meses convulsos en los que han sufrido pitadas, insultos e incluso ataques violentos, pero que terminan en pocos días ya que Interior ha fijado como fecha límite para la retirada de los agentes el 30 de diciembre.
-Redacción-