La nieve y los esquís han dado paso a la tierra y a las botas de montaña en en algunas de las más famosas estaciones de esquí. Donde normalmente se concentran miles de personas para disfrutar de la nieve, ahora no hay prácticamente nadie. Esta preocupante situación provocada por las inusuales altas temperaturas de los últimos inviernos genera importantes pérdidas y afecta a centenares de trabajadores. Restaurantes, bares y hoteles sólo cuentan con el 50% de la ocupación en estas fechas, algo totalmente impensable algunos años atrás. Los turistas que a pesar de la falta de nieve se han decidido por pasar la Nochevieja en estas zonas, disfrutan de la montaña sin tocar las pistas de esquí. Por ello, lo que todos piden para el 2019 es que caiga algún copo.
-Redacción-