Un día más, Galicia luce alerta naranja por oleaje y, un día más, la flota permanece amarrada. Los pescadores llevan semanas sin salir a faenar y ya están sufriendo las consecuencias económicas de la situación. Las olas que superan los siete metros de altura no permiten que los barcos salgan a trabajar. Los vecinos dicen que, hace muchos años, que no padecían un temporal como este. Por su parte, el mal tiempo también mantiene encallada una embarcación en la playa de Camariñas. Imposible remolcarla. Sólo esperan poder desguazarla en el mismo lugar en el que está varada cuando amaine la tempestad.