Asturias, acostumbrada a la fuerza del Cantábrico, tampoco ha podido resistir al empuje del mar y sus enormes olas. De oriente a Occidente las localidades marineras han registrado enormes destrozos: Llanes, Ribadesella, Gijón, Luanco, Cudillero o Luarca son solo algunas de las localidades con daños materiales cuantiosos.