A falta de tres minutos para elfinal del partido Villarreal-Celta, una granada de gas lacrimógeno lanzada desde uno de los fondos al terreno de juego obligó a suspender el encuentro ya que el ambiente era irrespirable. Tanto los aficionados que se encontraban presentes como los jugadores tuvieron que ausentarse, y a los 25 minutos se reanudó el encuentro para disputar los tres minutos que restaban. El marcador final fue de 0-2 para el Celta de Vigo.