Miles de personas han tomado las calles de Tuzla y Sarajevo. Se manifiestan por la privatización y cierre de las compañías públicas dictado por el gobierno. Furiosos, han entrado en la sede gubernamental para saquear y prenderle fuego al edificio. Hasta el momento, hay más de 130 personas heridas. Es el tercer día consecutivo de disturbios. Son las protestas más graves en Bosnia desde el fin del conflicto de los Balcanes. Un ejemplo del descontento de la población con la corrupta clase política y la honda crisis económica en la que vive el país. Casi la mitad de la población activa está en paro. El salario medio es de 420 euros y uno de cada cinco vive en la pobreza.