Ha volado desde el caribe mexicano a Madrid, en un trámite rápido para que hoy a la una de la tarde el Auditorio Nacional acoja su capilla ardiente. Será su primera parada. Mientras, Algeciras le espera con la emoción del paisano que despierta un gran orgullo.Allí sus compadres le dedican palabras de admiración, adecentan el Ayuntamiento que acogerá su segundo homenaje y el cementerio en el que reposará para siempre, donde él quería.En Cádiz le lloran y en los carnavales le cantan con mucho sentimiento, una muerte que ha dado la vuelta al mundo, que nos deja sin la emoción que arranca de las seis cuerdas de su guitarra.