Mientras el Gobierno se muestra triunfalista y vende el inicio de la recuperación, la última radiografía del INE (Instituto Nacional de Estadística) muestra que el pulso de la economía sigue casi plano. Hemos crecido dos décimas en el último trimestre del 2013, una menos de lo esperado y en el conjunto del año el PIB cayó un 1,2 por ciento. En empleo, el dato sigue siendo negativo. Se destruyeron 265.000 puestos de trabajo a tiempo completo en todo el año, aunque ese descenso cada vez es menor. Sin más trabajo, es difícil que el consumo de las familias permita que la economía despegue, aunque intenta hacerlo. En el último trimestre creció cinco décimas. Las exportaciones siguen siendo el motor: han aumentado un 0,8 por ciento.