Cabizbajos y arrodillados. Así pedían disculpas una veintena de policías antidisturbios por la sangrienta represión en la plaza Maidan de Kiev. Los agentes enviados a la capital ucraniana regresaron el pasado domingo a esta ciudad Iliv. Aquí se encontraron frente a frente con la desaprobación de sus habitantes. Los ataron verbalmente y en algunos casos les lanzaron objetos. Los policías de la famosa Berkut, aguila en ucraniano, soportaron estoicamente la lluvía de reproches. En medio de la tensión algunos salieron en su defensa. Este agente dice que la gran mayoría de los antidisturbios no participó en las perores masacres. El gesto orquestado además en presencia de un sacerdote fue no obstante muy valorado por su carga simbólica en esta nueva etapa que los ucranianos empiezan.