Elena, su marido y sus dos hijos tuvieron que entregar su casa al banco en 2009. Con la subida del euríbor, empezaron a no poder hacer frente a la hipoteca. Ahora viven de alquiler y consiguieron licencia para montar ujna peluquería en su nueva casa. Después de volver a empezar de cero, Hacienda les pide 10.000 euros. Su antigua vivienda les costó 100.000 euros y el banco les prestó 160.000. Hacienda considera que con esa diferencia obtuvieron una ganancia cuando se canceló la hipoteca de un importe inferior al préstamo. Tienen una semana más para pagarlo y, si no, pueden embargarles la casa. Ellos han recurrido el caso porque creen que ha habido un error. En situaciones como la suya, los afectados podrían estar exentos de pagar impuestos.