Cada día que pasa aumenta el misterio sobre qué pudo ocurrir con el Boeing de Malaysia Airlines desaparecido la semana pasada.Queda claro que alguien desconectó deliberadamente los sistemas de comunicación para desviar la ruta. La cuestión es hacia dónde. El avión salió de Kuala Lumpur con dirección a Pekín, pero 50 minutos después del despegue cambió. Pudo haber ido al norte, hacia la frontera con Kazajistán, o al sur, hacia alguna isla deshabitada del Mar de Andamán. Los satélites captaron la última señal del aparato a las siete horas y media de vuelo, pero con el avión fuera de su trayectoria prevista, no se puede determinar desde dónde emitió esa señal. "El área de búsqueda se ha ampliado a once países, así como profundos y remotos océanos", decía esta mañana el ministro de Transportes. El secuestro sigue siendo la principal hipótesis de la investigación, que se centra en los pilotos. El británico "Daily Mail" publica hoy que el comandante era un fanático político que apoyaba obsesivamente al líder de la oposición de Malasia y asegura que se investiga que secuestrara su propio avión como forma de protesta política. Son detalles que siguen sin esclarecer este enigma sin precedentes en la historia de la aviación.