Parecía una misión imposible, pero un escalador alemán y otro estadounidense lo han conseguido. Ambos han sido capaces de dominar el mayor techo natural jamás escalado. Se trata de una de las mayores cuevas que hay en las montañas de Omán. Más de 400 metros de escalada en los que han tenido que demostrar toda su pericia. Y poder salir de las entrañas de la tierra.