El juez ha dejado en libertad con cargos a los detenidos por los incidentes del sábado posteriores a las llamadas marchas de la dignidad en Madrid. Están acusados de desórdenes públicos y atentado a la autoridad. Excepto uno de ellos. La Policía le acusó de intento de homicidio por golpear en la cabeza a un agente. El juez le ha rebajado la acusación a lesiones y ha decretado para él prisión comunicada sin fianza.