La independencia la quiere el 60 por ciento de los catalanes, según el último barómetro encargado por la Generalitat. Son cinco puntos más que en el sondeo anterior. Aunque la pregunta que se ha formulado es ésta: ¿Quiere que Cataluña se convierta en un nuevo Estado de Europa? El 59,6 por ciento responde afirmativamente, casi el 30 ciento lo hace en contra y uno de cada diez está indeciso. La encuesta se hizo en diciembre, cuando aún no había fecha para el referéndum. "La encuesta que nosotros queremos hacer y haremos es la de la consulta", dice el portavoz del Govern, Francesc Homs. El PP insiste en que deberían prestar atención a lo que ha ocurrido con el referéndum de Crimea. Según el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, "el elemento que comparten las dos situaciones es la vulneración de la legalidad". Una comparativa que para el PSOE solo aumenta la crispación. "Lo único que hacen es elevar la tensión, elevar el enfrentamiento", señala la portavoz socialista en la Cámara Baja, Soraya Rodríguez. Pero el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha querido responder al barómetro del Gobierno catalán: dice que no es una cuestión de mayorías sino de legalidad.