El ministro Gallardón no está dispuesto expropiar la Mezquita de Córdoba a la Iglesia y cederla, por ejemplo, a la Junta de Andalucía. Entre otras cosas, dice que saldría carísimo. Gracias a una ley de Aznar, la firma de un obispo era suficiente para convertir a la iglesia en titular de determinados bienes inmobiliarios.