El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha llegado a Malabo donde ha mantenido una reunión con el dictador de Guinea, Teodoro Obiang. El motivo de este viaje, que ya ha levantado críticas, es ganar peso en el continente africano y abrir mercados en tiempos difíciles para España. Para conseguirlo ha asistido a la cumbre de la Unión Africana, invitado además por Mauritania, con la que pretende, según han afirmado desde La Moncloa, "ayudar y que nos ayuden". Desde el Gobierno aseguran que se ha vivido durante mucho tiempo "de espalda a África y hay que cambiar esa situación". Por eso Rajoy ha decidido reunirse con Obiang a pesar de que el acercamiento con un país que lleva décadas sin respetar los derechos humanos tendrá un gran coste político para el mandatario español.