Este sábado, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha prometido responder de forma contundente a los separatistas prorrusos responsables de abatir un avión militar, matando a 49 miembros del Ejército ucraniano. Las palabras de Poroshenko se producen en un clima de crispación en el país tras el ataque. Cientos de personas se manifestaron ante la embajada rusa en Kiev, lanzando huevos y ladrillos al edificio, rompiendo ventanas y creando pequeñas barricadas con neumáticos. Las protestas continuaron durante toda la noche sin la intervención de ningún agente de la policía. Los manifestantes destrozaron varios coches aparcados en el recinto de la embajada y causaron daños en la entrada principal. -Redacción-