Desde que ha empezado el curso escolar 300 colegios se encuentran bajo la vigilancia de un enorme dispositivo policial. Y todo para intentar detener y disuadir al pederasta que ha actuado en el barrio madrileño de Ciudad Lineal. Se trata de un despliegue sin precedentes que empieza con la apertura de los centros y se prolonga hasta la salida de los mismos. Los vecinos aseguran sentirse muy tranquilos por el fuerte blindaje que se les está ofreciendo y afirman no querer cambiar sus hábitos porque "pronto será detenido".