Son fanáticos de la consola, de los personajes y de los juegos. Acuden al salón a dejarse la cabeza y afinar la puntería o poner a punto la voz. Pueden pilotar un fórmula uno más allá del 3D, el terror se apodera de las consolas. Entre tanto gamer con barba, las chicas empujan fuerte, cada vez son más las féminas que se apuntan a jugar con las consolas. Pero ojo, que el pasado año los jugadores compraron 11 millones de videojuegos y movió 762 millones de euros.