Joaquín Almunia ha reconocido hoy haber tenido tensiones con los gobiernos de Zapatero y Rajoy que pensaban que en Bruselas, en lugar de un comisario, había un embajador representante de España. Sobre la crisis en nuestro país ha reconocido que, el hecho de que se reaccionase tarde, está costando al país "mucho dinero". Sobre el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrd, el comisario europeo ha asegurado que se le pone "la carne de gallina" al ir conociendo detalles sobre este asunto. El vicepresidente de la Comisión Europea también ha señalado que existe en Bruselas una preocupación por el crecimiento en Europa. "Existe un problema serio de crecimiento. Si los demás no crece, España no crecerá. Y no veo estrategia coherente de crecimiento", ha dicho en un encuentro con periodistas españoles en su último día de trabajo en la Comisión Europea.