Cuando mañana Iñaki Urdangarin entre a esta sala y se siente en esa silla tendrá que rebatir muchas de las acusaciones que ha hecho su exsocio, Diego Torres. La primera, que nunca dejó sus actividades. Iñaki Urdaganrin, dijo Diego Torres "no quería ser un florero y lo que quería es poder tener un desarrollo profesional". El juez le preguntó a Torres si el mensaje que hizo llegar Casa Real era que "Urdangarin podía hacer lo que le viniera en gana siempre y cuando no figurara en los órganos de amdinistración" y asegura que "en esencia eso es lo que vino a decir el señor Romero". Por eso, el señor Romero, el conde de Fontao, el asesor legal del rey, amparó, dice Torres, la creación la Fundación Deporte, Cultura e Integración, Y preguntado quien mandaba en ella. Torres fue rotundo: el señor Urdangarin. "Es su proyecto". Que fue creada para él y que era Urdangarin el que mandaba. El juez va más allá y pregunta si el emisario del Rey Juan Carlos lo sabía. Absolutamente contestó Torres y el juez apostilla: "Y si lo sabía el emisario ¿lo sabía también quien lo había enviado? Evidentemente, aseguró Torres. Otra de las acusaciones que tendrá que rebatir es el papel de la Infanta. Según Diego Torres, socia de Noos y como tal participaba en la toma de decisiones o revisaba las cuentas.