La cumbre de Chile ha evidenciado la distancia que se está abriendo entre España y Alemania a causa de la crisis. De seguidor hace un año de las tesis de Sarkozy y Merkel, Rajoy ha pasado a discrepar abiertamente con la canciller alemana. El roce de ayer entre ambos viene ya de Suiza. Durante su paso el jueves por el foro de Davos, Angel Merkel se mostró escandalizada por la elevada tasa de paro juvenil de España. Con la barbilla aún dolorida por ese comentario y por los últimos datos de empleo que nos acercan a los 6 millones de parados, Mariano Rajoy, ya desde Chile, pedía ayer a países menos tocados por la crisis como Alemania que lancen políticas expansivas que ayuden a toda europa a remontar el vuelo. Pocas horas después, la canciller contestó: Alemania ya cumple con lo suyo por fortalecer el euro, dijo, y recomendó a España que se aplicara más en fortalecer sus exportaciones a América Latina. Cómo salir de esa crisis es lo que distancia a Merkel y a Rajoy, quien últimamente parece inclinado por combinar la austeridad con las políticas de estímulo. De eso, sin duda, hablarán cara a cara ambos líderes en una semana en Berlín en la cumbre anual hispano-alemana. Tres días después, el 7 de febrero, cita clave de la Unión Europea para debatir el presupuesto comunitario. Tapado por el roce con Alemania, España ha volcado sus esfuerzos en Santiago de Chile en buscar acuerdos comerciales con los países que miran al Pacífico. Rajoy también ha tenido saludos breves, y cordiales, remarcan desde Moncloa, con la presidenta argentina y con su homólogo cubano, Raúl Castro.