Estados Unidos salvó el abismo pero no ha conseguido librarse del secuestro.El presidente dice tener muy claro quiénes son los responsables: los republicanos. En un momento en el que por fin las empresas vuelven a traer empleo a Estados Unidos no deberíamos estar aplicando una serie de recortes tontos y arbitarios.. Ha dicho un duro Barack Obama. Pero esta vez los republicanos caminan con paso firme. Ya cedieron hace dos meses  para salvar el abismo fiscal y ahora la discusión sobre los ingresos se ha acabado -ha dicho el presidente de la cámara de representantes- . Sin el acuerdo necesario, el presupuesto federal de este año se ve reducido automáticamente en 85.000 millones de dólares. Un recorte en el gasto que afecta sobre todo al departamento de Defensa, aunque también se va a notar en Sanidad, investigación y Educación. Obama ya ha advertido de que estos recortes van a suponer la pérdida de 750.000 empleos.En las calles,  la  lucha política para ponerse de acuerdo en cómo reducir el déficit se vecomo una partida de ping pong, entre unos demócratas que apuestan por aumentar la presión fiscal,  y unos conservadores que prefieren reducir el gasto público.  Pero todavía no cunde el pánico, quizá porque los estadounidenses saben que hasta el 27 de marzo, hasta que el gobierno agote su financiación, hay margen para que demócratas y republicanos alcancen un nuevo acuerdo.