Un colegio de Minnesota, donde murieron dos estudiantes en 2003, ha decidido comprar 200 pizarras a prueba de balas.Cada tablero cuesta 300 euros y está fabricado con un material más potente que el de los chalecos antibalas, lo que los hace indestructibles.Hasta el momento, solo escuelas de Dakota del Norte y Maryland han probado estos escudos.