Como todos los años en el primero de mayo, miles de personas toman las calles para celebrar su día: la fiesta del trabajador. Es el caso de Santiago de Chile. Pero lo que comenzó como una marcha pacífica, poco tardó en convertirse en una batalla campal.Con gases lacrimógenos, así es como la policía ha intentado aplacar a un grupo de encapuchados que les arrojaba cócteles molotovs. Momentos de tensión, que algunos se han tomado incluso con humor. En México, más violencia, este grupo de manifestantes se ensaña con la policía y llegan incluso a arriconarles. De nada han servido los cientos de antidisturbios desplegados por la ciudad. Lo mismo ocurre ocurre en Colombia, con cañones de agua,varios convoyes militares han dispersado a unos manifestantes en las calles de Bogotá.En Venezuela, contra todo pronóstico, no ha habido ningún altercado. Las calles de Caracas han celebrado el día del Trabajador divididas por la marea roja y los seguidores de Capriles. Un primero de mayo en el que la violencia se ha extendido por las calles de las principales ciudades de America Latina