Este grupo de mujeres colombianas entrena para formarse como guardaespaldas. Tienen buena puntería, se ejercitan en el combate y están preparadas para proteger vidas. Son pioneras en un mundo dominado por hombres y según sus instructores pueden ser mejor que ellos. La demanda de mujeres guardaespaldas crece en Colombia, sobre todo entre mujeres víctimas de abusos y también en las familias donde los niños necesitan protección.