Un panorama desolador es lo que ha dejado el último tornado que ha arrasado la ciudad de Oklahoma. Con una categoría de EF-4, ha tocado tierra con vientos de más de 300 kilómetros por hora. Vientos que han dejado imágenes de destrucción. Calles y calles llenas de coches amontonados y de escombros donde antes había barrios residenciales. Dos escuelas públicas han sido arrasadas donde todavía se buscan a 24 niños. Lágrimas de desolación de muchos supervivientes impotentes al ver sus casas reducidas a un montón de cascotes. Un joven asegura que tiene mucha suerte de estar vivo. Intentó cubrirse para resguardarse y el fuerte viento lo lanzó contra un cobertizo. Con casi dos kilómetros de diámetro y que ha sido descrito como "enorme y mortal", ha dejado al menos casi un centenar de muertos y decenas de heridos. La alerta continúa activada en los estados de Arkansas, Oklahoma, Kansas y Misuri ante una nueva oleada de tornados.