Las estanterías del Banco de alimentos de Valencia están prácticamente vacías. Todavía no les han llegado las ayudas de 2013 y los alimentos se están acabando. Hace un año se almacenaban aquí 300.000 kilos de comida, ahora hay 40.000. La comida se acaba y la demanda no para de aumentar. Cada día se inscriben 50 nuevas familias, una cifra que este mes se incrementa. Las entidades benéficas que distribuyen la comida se las tienen que ingeniar para que todas las familias puedan comer. Si no hay una respuesta solidaria, 6.000 familias podrían verse afectadas.