Culpable de haber llevado a Viajes Marsans a la quiebra, esa es la sentencia que obliga a Gerardo Díaz Ferrán, a Ángel de Cabo -posterior comprador de la compañía- y a los herederos del fallecido Gonzalo Pascual a hacerse responsables de los 400 millones de deuda que dejó una de las mayores bancarrotas registradas en nuestro país. En sus declaraciones ante el juez Díaz Ferrán responsabilizaba del fin de Marsans a la nacionalización de Aerolíneas Argentinas por parte de Cristina Fernández de Kirchner, pero la sentencia señala que la situación de la empresa se agravó por la gestión de Díaz Ferrán en los años anteriores a la presentación de la quiebra. Entre los principales acreedores aparecen bancos, la agencia tributaria, la seguridad social y multitud de empresas turísticas. Los condenados se declararon insolventes al inicio del proceso, pero ahora tendrán que pagar con los bienes que fueron incautados y embargados a lo largo de la investigación seguida por otra causa. Barcos, casas de lujo, dinero en efectivo, todo hallado en el proceso que llevó a prisión preventiva a Díaz Ferrán en diciembre del pasado año. La sentencia de hoy también inhabilita al exjefe de los empresarios a representar o administrar a cualquier persona en un periodo de 15 años