Un día después de que los perros encontraran en casa del exsindicalista Juan Lanzas un botín millonario, la juez ordenó a la Guardia Civil que rastreara la finca de sus padres. Y allí el padre se jactó ante los agentes de que esta vez no olerían ni un euro "aquí si que hay dinero, pero ese no lo vais a encontrar" e insistió "para qué queréis saberlo si te lo digo, os lo llevais". "Aquí ha entrado mucho, mucho dinero... dinero que no podía contar", decía. Y no es de extrañar porque, según la Fiscalía Anticorrupción, Lanzas se embolsó casi 9 millones de euros. Lo que ahora desvela el sumario pone en una situación más que difícil a la propia Junta de AndalucíaY aunque el presidente Griñán lo rechaza, hay testimonios, como el del chófer del exdirector de Trabajo que lo señalan. Contó a la juez que "Guerrero se reunió con Griñán para desatascar el retraso que había en los pagos de subvenciones, polizas y ayudas". También a Gaspar Zarrías, del que no sólo habla el chofer, sino también el abogado de Ruiz Mateos quien aseguró que se habían tramitado subvenciones para compañías del grupo Nueva Rumasa.