El vehículo del primer ministro de Túnez llega a la sede de la Comisión Europea. Ali Larayed se reune a las 10:15 con el presidente José Manuel Durao Barroso. Todo transcurre con normalidad, hasta este momento. Cuando la comitiva oficial tunecina sale del edificio, tres activistas de las femen se abalanzan sobre el coche. Como siempre, con el pecho descubierto. En su cuerpo, escritos los nombres de sus cuatro compañeras encarceladas en Túnez. A gritos le piden al primer ministro de ese país que pare la opresión. La protesta ha pillado por sorpresa al equipo de seguridad que intenta reducirlas. Cuando el vehículo oficial abandona el lugar, las tres femen quedan en libertad. Se marchan caminando a preparar la próxima acción.