Mientras un ataque rebelde ha dejado cuarenta muertos, el presidente sirio, Bachar al Asad, visitaba a su ejército en una ciudad periférica de Damasco. En un escenario que refleja la crudeza de la guerra, al Asad ha saludado a sus soldados en el que fuera bastión del bando rebelde. El mandatario ha mostrado su confianza en la victoria de las fuerzas armadas en el conflicto del país. El motivo de esta visita ha sido por el 68 aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas Sirias.