La Casa Blanca ya ha disipado todas sus dudas y acusa al régimen sirio de usar armas químicas en el ataque que se cobró la vida de 1.400 personas el pasado miércoles en Damasco. Según el Secretario de Estado de EE.UU, Jhon Kerry,se trata de una evidencia innegable, una obscenidad inmoral... por la que tendrá que responder el gobierno de Al Assad. El Pentagono, preparado, ultima una intervención militar que será proporcional a la masacre efectuada por el ejército sirio. Por eso, EE.UU se encuentra recabando apoyos en una cumbre secreta en Jordania con los representantes militares de Arabia Saudí, Turquía y las principales potencias europeas para definir una acción bélica aérea que destruirá las instalaciones militares sirias más importantes y así, allanar el camino a los rebeldes para que se hagan con el poder. Siria, también responde.... niega el uso de gas sarín y advierte de que una intervención internacional supondrá una bola de fuego que se extenderá por Oriente Medio. En medio del tenso debate, Ban Ki-Moon ,el secretario general de las Nacionas Unidas,sigue apostándo por el diálogo y no da luz verde todavía para la intervención. Una respuesta cuestionada por algunos líderes políticos que justifican que en algunas ocasiones puede evitarse la voluntad de las Naciones Unidas.