El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciaba ayer que su país está listo para atacar Siria, en concreto algunos objetivos del régimen del presidente del país, Bashar Al-Assad. Además informaba de que va a solucitar autorización a los representantes del pueblo estadounidense, al Congreso. Así lo ha hecho, a través de una misiva, que ayer mismo dirigía a los presidentes de ambas cámaras -Congreso y Senado- que tendrán que decidir si Estados Unidos dirige sus misiles contra objetivos del régimen de Al-Assad.La decisión, que se anuncia antes de que los inspectores de la ONU publiquen su informe sobre el presunto ataque con armas químicas, ha arrancado ya las protestas de miles de ciudadanos norteamericanos.De costa a costa, el descontento no se ha hecho esperar. Centenares de personas se concentraban en la mítica Times Square de Nueva York, para mostrar su rechazo ante un ataque unilateral. También en Philadelphia.Pero las voces contra la guerra han llegado hasta la otra punta del país. En San Francisco, California, miles de personas recorrían las calles de la bahía para parar la guerra.Las protestas se extienden por Atlanta. Por Providence, en Rhode Island. Y han llegado hasta la capital, Washingthon.Obama ya tiene tomada su decisión. Y aunque legalmente no necesita ninguna autorización será el Congreso norteamericano quien decida sobre un posible ataque en Siria.